Aumenta la retención de clientes y reduce la tasa de deserción. Los programas de lealtad que ofrecen recompensas y canjes, por ejemplo, convierte a los clientes ocasiones en clientes habituales.
Con las recompensas a los clientes, estos se convierten fieles a la marca, en promotores y defensores de la misma de forma orgánica. Se fortalece la cultura y se crea una comunidad de forma natural.
Los programas de lealtad estimulan a una mayor frecuencia de compra de los clientes. Mientras más compren, más recompensas tendrán y esa es una gran motivación.
Con cada compra de los clientes, la compañía puede monitorear su patrón de compra, qué productos adquieren, cada cuánto tiempo. Todo ayuda a orientar mejor las estrategias de marketing.